El lunes, el ex desarrollador más vendido en China, Evergrande, vio caer el valor de sus acciones a nuevos mínimos justo antes de que la compañía no cumpliera con un pago de bonos extranjeros (en dólares) de $ 82.5 millones.
Después de informes mixtos sobre dos pagos de cupones anteriores que supuestamente se hicieron en la hora 11 (la evidencia sugiere que Evergrande nunca hizo esos pagos, a pesar de lo que afirman los medios corporativos), los inversores cautelosos sacaron su dinero y enviaron las acciones a la caída.
Una declaración del viernes pasado mostró que los acreedores habían exigido $ 260 millones de Evergrande, pero que la compañía no podía garantizar fondos para el reembolso del cupón. Esto llevó a las autoridades chinas a convocar al presidente de la compañía, borrando el 20 por ciento del valor de la compañía en un día.
"Evergrande, que alguna vez fue el desarrollador más vendido de China, está lidiando con más de $ 300 mil millones en pasivos, lo que significa que un colapso desordenado podría extenderse a través del sector inmobiliario y más allá", informó CNBC sobre la saga.
Las autoridades de la provincia natal de Evergrande, Guangdong, emitieron su propia declaración el viernes indicando que la compañía enviará un equipo para "supervisar la gestión de riesgos, fortalecer el control interno y mantener las operaciones, el primer movimiento público del estado para intervenir directamente para gestionar cualquier consecuencia", agregó CNBC.
China afirma que el riesgo de Evergrande para el sector inmobiliario puede ser contenido
El banco central de China, junto con sus reguladores bancarios, de seguros y de valores, también emitieron declaraciones con la propaganda habitual sobre cómo nada de esto es un riesgo para el sector inmobiliario y que todo está bien.
Evergrande supuestamente ha entrado en algún tipo de proceso de reestructuración de deuda y activos administrados. Morgan Stanley agregó que este proceso implicará la coordinación entre las autoridades para mantener las operaciones de los proyectos inmobiliarios de Evergrande, muchos de los cuales están incompletos y en descomposición, y negociar con los acreedores en tierra para garantizar el financiamiento continuo.
Sin embargo, todo esto podría ser una cortina de humo, ya que todavía no hay pruebas de que se hayan realizado pagos de cupones. Un informe de DMSA (Deutsche Markt Screening Agentur GmbH) que cubrimos en octubre explicó esto con más detalle.
"Entre los inversores institucionales ya conocidos se encuentran direcciones tan conocidas como Fidelity, Blackrock, UBS, Ashmore Group, Prudential, HSBC, Pictet, Vontobel, BNP y Allianz", se lee en el informe.
El ex analista de Fitch, el Dr. Marco Metzler, agregó que estos son solo los inversores internacionales conocidos, y que "podría haber algunas sorpresas negativas" que aparecen más tarde una vez que el dominó realmente comience a caer de todo esto.
Según los informes, el gobierno chino le ha pedido al presidente de Evergrande, Hui Ka Yan, que use su propia riqueza para pagar la deuda de la compañía. Esto es algo que sería completamente inaudito aquí en los Estados Unidos, por cierto, donde en lugar de ser castigados por sus crímenes, los terroristas financieros son recompensados con rescates.
"La firma es solo una de una serie de desarrolladores privados de liquidez debido a las restricciones regulatorias a los préstamos, lo que provocó incumplimientos de deuda en el extranjero, rebajas de calificación crediticia y ventas masivas en acciones y bonos de los desarrolladores", informó CNBC sobre varios otros desarrolladores chinos como Kaisa y Sunshine que actualmente están en incumplimiento o al borde de ello.
Sunshine incumplió con un bono de 170 millones de dólares que vence el 5 de diciembre, "debido a problemas de liquidez derivados del impacto adverso de una serie de factores, incluido el entorno macroeconómico y la industria inmobiliaria", afirma la compañía.
A otro desarrollador chino más pequeño conocido como Aoyuan también se le ha pedido el reembolso de $ 651.2 millones después de una serie de rebajas de calificación crediticia. Debido a la falta de liquidez, estos pagos probablemente no se realizarán.
El lunes, el precio de las acciones de Aoyuan cayó casi un ocho por ciento, mientras que Kaisa perdió un 3,8 por ciento y Sunshine se desplomó un 14 por ciento.
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